La ruptura a mediados de diciembre de la resistencia que presentaba el DAX en los 13.460 puntos ya nos advertía de que podía tener continuidad el rally que iniciaron las bolsas europeas a comienzos de noviembre y fue una de las pistas que nos invitaron a desconfiar de las fuertes caídas que vimos el pasado 21 de diciembre.
En todo momento señalamos que esas caídas tenían visos de ser algo temporal y que era improbable que se hubiera visto un techo de orden mayor, esto es sostenible en el tiempo, siendo un mero alto en el camino, previo a una continuidad alcista que muy probablemente conseguiría marcar un nuevo máximo dentro del rally.