La filosofía de inversión value consiste en tomar posiciones en compañías cuyo precio está muy por debajo de su valor intrínseco, y fue popularizada por Warren Buffett, probablemente el inversor más famoso de la historia.
Cada casa incluye sus matices propios a la hora de hacer, o no, inversión value, aunque cada vez es más difícil distinguir este concepto del de simplemente comprar barato, como la mayoría de los gestores e inversores tratan de hacer. "Es algo subjetivo", explica David Tomás, gestor de Andbank. "Lo que hace 20 años era value ya no lo es, ahora está mucho más ligado al componente cíclico, como petroleras, automovilísticas, materias primas o banca", agrega,
Lo opuesto es el growth' que incluye valores en crecimiento por el que se suelen pagar multiplicadores altos que tenderán a normalizarse con el tiempo, especialmente aquellos ligados a las industrias emergentes y a la tecnología, "aunque este mundo ha adquirido otra dimensión ya que las empresas tecnológicas ahora ya tienen sus beneficios y sus ingresos y son negocios mucho más maduros que antes", arguye el gestor de Andbank.
Sin embargo, en los últimos años no termina de llegar el momento en el que el value se convierte en la mejor opción, reportando los mayores beneficios, y este, de momento, tampoco va camino de ser su año, "aunque todavía queda la mitad", apuntilla Tomás. "Que el value lo haga mejor requiere un crecimiento con inflación, que es lo que había hace años y ahora no".
No hay demasiadas formas de medir exactamente la evolución del value para compararla con el resto del mercado, sin embargo, en el S&P 500 sí han querido diseñar un índice, llamado S&P 500 Pure Value, que congrega a las compañías que cumplen en mayor medida con los requisitos para ser objeto de los value. Entre ellas están General Motors, Berkshire Hathaway o Baker Hughes, entre otras. De igual forma, también crearon en su momento (1995) un índice para aglutinar el crecimiento puro, el S&P 500 Pure Growth, en el que hay empresas como Facebook, Fortinet o Micron Technology.
En este sentido, desde que se formaron estos indicadores, hace ya 25 años, el de crecimiento ha conseguido una rentabilidad del 1.130% mientras que el de valor solo un 340%. En el mismo periodo, el S&P 500 ha ascendido un 465%. A 10 años, los value han acumulado una rentabilidad del 75% frente al 250% del growth mientras que a cinco años, desde 2015, estos últimos han logrado un repunte del 46%, que contrasta con la caída de casi el 20% de los primeros. Y este año tampoco parece mejor la fotografía para la inversión valor, que ha perdido un 35% desde el primero de enero frente a los 3 puntos que cede el de crecimiento y a los 8 que cae el selectivo de referencia.
"Los mercados parecen estar reflejando el balance de noticias positivas y parecen estar listos para alcanzar máximos anteriores mucho antes de que lo hicieran tras la recesión de 2009", explican desde AXA IM. "Esto puede ser desconcertante para muchos inversores dada la perspectiva de ganancias a corto plazo y las valoraciones en los mercados. Sin embargo, existe una gran dispersión de rendimiento entre el growth y el value y las diferencias en el desempeño entre los sectores que reflejan las partes más dañadas de las economías y las que reflejan las tendencias comerciales cambiantes", añaden.
Otra forma de medirlo es a través de los fondos de una y otra tipología. Según los datos de Morningstar, hasta el 21 de mayo, los fondos growth americanos reputan casi un 6% frente al 20% que casi se dejan sus homólogos value. Y eso, pese a que la recuperación ha sido más fuerte en las pequeñas compañías, que suelen estar más presentes en las carteras value. "Estas firmas se han visto afectadas por el mal comportamiento relativo de dos sectores clave como el energético y el de los servicios financieros", arguyen desde Morningstar "Por el contrario, en el terreno growth pesó el buen comportamiento relativo de sectores como el tecnológico y el de salud, que de hecho fueron los más rentables del mes de abril", agregan.
Sobre el devenir de esta dualidad del mercado, Tomás asegura que "ya se está produciendo cierta rotación de cartera hacia el value en Estados Unidos viendo la evolución de los sectores en las últimas semanas, aunque en Europa tardará más al ser una economía mucho menos dinámica". "Poco a poco, si continúa la recuperación, debería notarse más en el segmento value, sobre todo, de cara a final de año y comienzos del que viene", concluye el experto.