Desde hace semanas ya se apuntaba a esta primera temporada de resultados como un foco de tensión para los mercados, en los que, pese a que ya se vaticinaba una fuerte caída de los beneficios, si esta era más aguda de lo previsto podría volver a llevar a las bolsas a los mínimos de marzo.
Los resultados empresariales, como siempre, comienzan en Wall Street, donde 73 compañías de las 500 que forman el principal índice de referencia en EEUU ya han anunciado sus cuentas del primer trimestre del año en el que, recordemos, comenzó una crisis mundial en la que todavía estamos inmersos.
"Para saber si definitivamente puede haber más caídas en bolsa, la presentación de resultados será clave", apuntan desde Unigestion. "Con la mejora en el sentimiento, los mercados registraron un fuerte rebote y muchos se están preguntando si este rally es sostenible o no y eso estará marcado por una temporada de resultados que nos ayudará a juzgar la cordura de las caídas en bolsa y dónde están realmente los múltiplos", añaden desde la gestora.
Aunque todavía solo hay datos de un 15% de las empresas del S&P 500, los primeros resultados ya apuntan a que este temor se puede convertir en realidad y es que, de momento, los beneficios presentados se han quedado casi un 9% por debajo de los previstos. Y eso que desde el comienzo del año estas estimaciones se han ido rebajando en más de un 18% hasta quedarse en un beneficio por acción de 33 dólares, lo que implicaría un retroceso del 11% frente a lo registrado en el mismo periodo de 2019.
Si bien, es cierto que la distribución por sectores de estas compañías no es homogénea ya que han sido las firmas financieras, las de bienes de consumo y las industriales las primeras que han salido a escena mientras que, por ejemplo, no ha presentado sus números aún ninguna teleco ni de materiales básicos y apenas lo han hecho petroleras, sanitarias o tecnológicas. Más de un tercio de las entidades bancarias norteamericanas sí han rendido cuentas, reportando un beneficio neto de casi un 30% menos de lo esperado por las mayores provisiones que están haciendo para hacer frente al probable aumento de morosidad al que se van a enfrentar en los próximos meses.
En el Viejo Continente, la fotografía es algo más positiva ya que las cifras empresariales mostradas hasta ahora solo se han quedado a un 1% de cumplir con las expectativas. No obstante, también es cierto que solo han mostrado sus números 1 de cada 10 firmas que cotizan en el Stoxx 600, la referencia continental.
El contexto en Europa es algo diferente ya que las estimaciones del consenso de analistas con respecto al beneficio por acción del primer cuarto del año se habían reducido más que en Wall Street desde el comienzo del ejercicio, en este caso, en un 27% hasta quedarse en 5 euros por acción, lo que ya supondría un 'descalabro' del 23,6% frente al primer trimestre de 2019.
Desde eToro apuntan que "hay que analizar cuidadosamente cómo de malos son los resultados en relación a lo esperado y esperamos explicaciones de las compañías de cómo van a gestionar aspectos como la deuda, la inversión, el impacto en los ingresos y asuntos como la recompra de acciones o los dividendos".