Una alta resistencia, flexibilidad, bajo peso o tolerancia a las altas temperaturas son algunas de las cualidad que hacen a la fibra de carbono un material muy deseado en diversos sectores como, por ejemplo, el aeroespacial o el automovilístico. A este respecto, se espera que el mercado global de fibra de carbono se convierta en una de las industrias más rentables del mundo.
"La fibra de carbono es ligera, fuerte y altamente flexible, pero es 10 veces más fuerte que el acero. A medida que los costes de fabricación disminuyen, la popularidad del material solo puede aumentar en aplicaciones que van desde la defensa y la aviación hasta la construcción, pasando por los automóviles y los bienes de consumo electrónicos, como los teléfonos inteligentes", explica Michelle Leung, analista de la industria de Bloomberg.
Según los datos de Statista, en 2017, la demanda mundial de fibra de carbono alcanzó las 70.500 toneladas métricas y se estima que la demanda continúe incrementándose hasta llegar a superar las 120.000 toneladas en el año 2022. Esto implicaría un crecimiento del, al menos, un 70%.
Una de las vías que tienen los inversores para aprovechar el tirón de este material son las compañías que trabajan directamente con él. Actualmente, la mitad del mercado está controlado por sólo tres empresas japonesas: Toray, Teijin y Mitsubishi Chemical. No obstante, ante la mayor dificultad del inversor español de invertir en Japón, en Europa y Estados Unidos también hay otros jugadores fuertes.
Es el caso de SGL Carbon que, según datos de Bloomberg, controla el 15% del mercado, lo que convierte a la firma alemana en uno de los principales fabricantes del mundo de productos de carbono. Más del 30% de su negocio depende de Alemania, mientras que un 28% lo hace de Asia. Precisamente, China es uno de los grandes consumidores de fibra de carbono (casi un tercio de la producción mundial) y Michelle Leung espera que la demanda en el país asiático crezca a una tasa anual compuesta de alrededor del 24% durante el periodo 2017-2030.
China es uno de los grandes consumidores del mundo de fibra de carbono
El año pasado la firma, que capitaliza menos de 1.000 millones de euros, consiguió dejar atrás las pérdidas que venía arrastrando desde 2013 y ganó 41 millones de euros. No obstante, en 2019 se espera una caída hasta el entorno de los 20 millones para volver a escalar el año que viene hasta los 39 millones.
Este año sus títulos escalan más de un 17%, pero el consenso de mercado que recoge FactSet prevé que escale cerca de otro 22% más en los próximos meses. De momento, recomiendan mantener sus títulos en cartera.
También en Europa y con una capitalización muy superior a la de SGL (casi 9.000 millones) se encuentra la química Solvay. En su caso, su exposición a la región Asia-Pacífico es del 30%. Con un 7% de la cuota de mercado de la fibra de carbono, uno de sus principales atractivos es el dividendo que este año rentará más de un 4%.
Además, la firma belga, cuyos títulos aconsejan mantener en cartera los analistas, destaca porque sus niveles de endeudamiento son casi la mitad frente a sus grandes competidores. Así, si la media de las firmas más importantes será de 2,3 veces en 2019, Solvay registrará una ratio de 1,2 veces deuda/ebitda si se cumplen las estimaciones. En 2017 la empresa se hizo con el fabricante alemán European Carbon Fiber con el objetivo de reforzar su posición en la industria. Si cumple con lo que esperan los expertos, en 2019 su beneficio aumentará un 25%, hasta los 820 millones.
Al otro lado del Atlántico, destaca la estadounidense Hexel con una cuota del 12,5%. Con un valor bursátil superior a los 6.000 millones de dólares, es la que luce una mejor recomendación entre las empresas analizadas, un mantener que se acerca a la compra. El proveedor líder de fibra de carbono para aplicaciones militares de Estados Unidos, ganará este año un 8% más según los expertos, alcanzado los 300 millones de dólares.
Según las proyecciones de la propia compañía, en el periodo 2019-2021 las ventas totales crecerán a una tasa de crecimiento anual compuesta de entre el 6% y el 9%. El CEO y presidente del grupo, Nick Stanage, cree que Hexcel se beneficiará de "los aumentos en la producción del Airbus A320neo, del Boeing 737 MAX y del 777X", mientras que también estarían respaldados por "la mayor actividad en el mercado de defensa, con la fortaleza de los programas de helicópteros militares F-35".