La bolsa europea está viviendo su particular primavera y no termina de decidirse entre el calor del verano y el frío invernal. Mientras continúan los bandazos en las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, las principales plazas del Viejo Continente siguen en tierra de nadie y ayer cotizaron con ligeros descensos "y no se aleja la posibilidad de que veamos una segunda pata de la corrección que se inició al final de abril en la zona de los 9.600 puntos del Ibex", explica Joan Cabrero, director de análisis de Ecotrader. | Análisis técnico: Vaivenes sin rumbo definido en las bolsas europeas
Después de tocar esos máximos anuales, el índice doméstico retrocedió hasta la zona de los 9.000 enteros, desde donde comenzó un rebote "que puede tener dificultades para sostener aunque todavía pueda alargarse un poco más", añade Cabrero.
"La segunda pata de esta corrección podría llevar al Ibex a alcanzar el rango de soporte y zona de giro potencial de los 8.800 puntos [hasta donde hay una caída del 5%], donde seríamos partidarios de comprar renta variable española", sugiere el experto, que señala que "para que se aleje este riesgo, es preciso que el rebote sea capaz de cerrar una jornada sobre los 9.410 puntos [un 1,5% por encima], donde se generó semanas atrás el hueco bajista". Paralelamente, el nivel análogo que marcan los expertos de Ecotrader en el índice de referencia europeo, el EuroStoxx 50, son los 3.280, "que es la zona de soporte a la que sugerimos esperar antes de buscar una entrada en bolsa europea".
En la primera mitad del día, los moderados ascensos fueron liderados por algunos valores tecnológicos como SAP o Phillips en Europa e Indra y Amadeus en España, resultado del contagio de la aparente distensión en el conflicto abierto entre EEUU y China a causa de las restricciones impuestas a Huawei la pasada semana al retrasar el gobierno estadounidense algunas de estas medidas por un periodo de tres meses.
Sin embargo, la apertura bajista de Wall Street resultó un jarro de agua fría para la renta variable continental, que giró a la baja con pérdidas cercanas al 0,3% para el Ibex y algo más acusadas para el resto de plazas. Así, los indicadores norteamericanos cedían algo menos de medio punto al cierre de esta edición a la espera de las actas de la última reunión de la Fed. El protagonista del día fue Qualcomm, que se desplomaba más de un 10% al ser sentenciada por violar normas antimonopolio.
En el parqué de Madrid, por encima de las dos tecnológicas se situó Ence, que rebotó con fuerza desde sus mínimos y se anotó más de un 5% tras el severo castigo bursátil que viene sufriendo en los últimos dos meses.
Estas subidas fueron equilibradas por el sector bancario, que cotizó a la baja, al igual que IAG, que fue el valor más bajista del Ibex al perder otro 4% de su valor en bolsa. Por su parte, ArcelorMittal, que inició la sesión en verde al conocerse que su competidora British Steel se declaraba en concurso de acreedores, se dió la vuelta registrando pérdidas de más de un punto porcentual.
Más allá de la guerra comercial, en Europa siguió cotizando un nuevo fracaso de Theresa May para aprobar el acuerdo del Brexit antes de las elecciones al parlamento comunitario que se celebrarán este fin de semana. Así, la libra continuó depreciándose frente al euro en su peor racha de la historia.
Por último, en el mercado de deuda también continuó la tendencia de las últimas semanas y, aunque a lo largo de la sesión, se sucedieron las compras y las ventas netas, el bono a 10 años español se quedó en la zona de mínimos históricos (de rentabilidad). Actualmente, al papel nacional a una década se le exige un rendimiento del 0,875%, que son 95 puntos básicos más que al alemán, que sigue en terreno negativo.