El gasto en defensa a nivel mundial se situó el año pasado en máximos históricos alcanzando los 1,8 billones de euros. Este impulso vino de la mano del acelerón en los presupuestos de Estados Unidos y China que, junto a Arabia Saudita, India y Francia, suponen el 60% del total del gasto mundial. Son datos del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI).
En esta carrera armamentística y partiendo de la base de que las guerras y los conflictos armados son uno de los peores males que asolan a la humanidad, ya que conllevan pérdidas irrecuperables, principalmente de vidas humanas, y también patrimoniales, la triste realidad es que hay quien sale muy beneficiado.