En estos últimos días hemos reflexionado mucho sobre la posición que debe adoptar un inversor que a comienzos de año no confió en el rebote que desde Ecotrader ya advertimos de que podía ser sensible y sostenible más allá de un par de semanas
Este escenario nos invitó a subir la exposición recomendada a bolsa en casi 30 puntos porcentuales, hasta alcanzar el entorno del 50%, que es el límite que nuestro plan de trading establece para este tipo de mercados, que en el caso europeo es de fondo bajista, como ocurre claramente desde octubre de 2017.
Ahora, llegados a un punto en el que el rebote que nació en los mínimos de la semana de Navidad ha llevado al EuroStoxx 50 a alcanzar de forma vertical, sin apenas descanso, el objetivo de subida que manejábamos en la zona de los 3.210-3.310 puntos, que es el rango de recuperación del 38,20-50% de toda la caída desde los máximos de 2017, consideramos que el pescado ya está vendido a corto plazo y la ecuación rentabilidad riesgo es de todo menos atractiva.
Obviamente, las subidas pueden tener continuidad, máxime si al otro lado del Atlántico se superan resistencias como son los 2.815 puntos del S&P 500, que abrirían la puerta a un rebote vertical hacia sus altos históricos y origen del último latigazo bajista, que están a apenas un 5%, pero la elevada sobrecompra que presenta el mercado desaconseja invertir a estas alturas del rebote.
Con toda la paciencia del mundo sugerimos esperar un ajuste de parte de este importante rebote antes de aumentar de nuevo la exposición a bolsa significativamente, confiando en un escenario alcista de cara a los próximos meses. Cambiar este discurso y dejarse llevar por lo que parece el último coletazo del rebote, sería de todo menos algo profesional.