A falta de apenas tres sesiones para que concluya el año, los inversores ya están estudiando la mejor forma de aprobar los exámenes en bolsa en 2019. Uno de los aspectos que más se tiene en cuenta a la hora de conformar una estrategia de inversión es la valoración de los activos, en este caso, de los valores bursátiles, a través de los distintos múltiplos, como es el PER –veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción–, que relaciona el precio a pagar por esa compañía con sus beneficios esperados. En este sentido, el Viejo Continente lleva ya muchos años ofreciendo importantes descuentos frente al resto de los mercados desarrollados y, aunque esto no es sinónimo de éxito, es fundamental no sobrepagar los títulos que uno elija para su cartera particular.
En Europa, los multiplicadores de beneficios difieren considerablemente en función del sector. De media, los títulos más baratos de cara a 2019 son los de la industria petrolera y gasista, que se pagan a 10,4 veces. Por contra, los más caros son las firmas del sector de la salud, donde para recuperar la inversión en los precios actuales por la vía de los beneficios, habría que esperar hasta 20 años.