Ya advertíamos la semana pasada que habíamos llegado a un punto en las bolsas que nos invitaba a cambiar el chip, estando por la labor de pensar más en comprar que en vender, pero para volver con fuerza al mercado insistíamos en que era necesario esperar a que los principales índices norteamericanos alcanzaran sus soportes urbi et orbi en la zona de mínimos del año.
Esa era nuestra hipótesis principal, pero, no lo vamos a negar, las subidas vistas la semana pasada y en el comienzo de esta la han puesto en jaque, al menos en lo que se refiere al corto plazo.