Los norteamericanos ya ultiman los preparativos de uno de los días más celebrados del año: Acción de Gracias, que, aunque tiene un origen litúrgico, se ha convertido en la festividad que marca el inicio de la gran temporada navideña en Estados Unidos. Así, Wall Street mantendrá mañana las persianas bajadas mientras que el viernes abrirá hasta la mitad de la sesión, por lo que prácticamente sólo falta la jornada de hoy para concluir una semana en la que el terreno bursátil ha estado más que complicado.
De hecho, la continuidad de las caídas en las dos primeras jornadas semanales han borrado todas las ganancias que acumulaban en el año tanto el Dow Jones como el S&P 500, que ya se encuentran a menos de un 5% de sus mínimos -intradía- anuales. Por su parte, el Nasdaq 100 todavía tiene un margen de caída de algo más de 5,5 puntos porcentuales.
Precisamente son estas respectivas zonas las que son señaladas por los expertos de Ecotrader como los niveles óptimos de compra. "Se están aproximando a su zona de mínimos del año, donde de forma general se encuentra el objetivo que manejamos para tomar la decisión de volver al mercado con fuerza", advierte Joan Cabrero, jede de estrategia del portal premium de inversión de elEconomista.
El S&P 500 y el Dow Jones cedieron sus soportes de corto plazo, que encontraban en los 2.682 y los 24.875 puntos, respectivamente, "que eran la línea divisoria que separa un escenario de rebote adicional de uno en el que damos por terminado el rebote y en tal caso lo más probable es que las caídas se impongan hacia los mínimos del año", explica Cabrero.
Los descensos de las últimas semanas han tenido mucho que ver con la incertidumbre sobre la capacidad de las grandes tecnológicas para seguir creciendo, ya que precisamente estos valores han sido la ola sobre la que ha cabalgado el rally de Wall Street en los últimos años. El frenazo en bolsa de las FAANG -el acrónimo de Facebook, Apple, Amazon, Netflix, y Google-, que desde máximos se dejan entre un 21% y un 40% desde máximos, ya hizo saltar las alarmas en la última corrección, y a ellas se han ido sumando otros valores de la industria a medida que han ido decepcionando a los inversores con sus resultados del tercer trimestre, como fue el caso el proveedor de Apple Lumenthum o de Nvidia, que también está siendo castigada por la caída del bitcoin.
Ayer fue la firma capitaneada por Tim Cook la más bajista del Dow Jones tras dejarse, con datos a media sesión, un 3% en el parqué. En las dos últimas sesiones acumula pérdidas de un 7,5% después de que se haya conocido que la compañía haya decidido reducir la producción en las últimas semanas para los tres últimos modelos del iPhone debido a una menor de-manda de la prevista. De esta forma, Apple se ha dejado en bolsa más de 220.000 millones de dólares en capitalización bursátil desde finales del verano, cuando alcanzó sus máximos históricos.
Pero la tecnología no está siendo el único sector damnificado en bolsa. A medida que se va enfriando la posibilidad de un futurible acuerdo en materia comercial entre EEUU y China a finales de este mes y se reducen las expectativas de crecimiento mundial, constructoras y petroleras- también han firmado importantes retrocesos: Caterpillar, fabricante mundial de maquinaria, y la petrolera Chevron cedieron ayer un 2,6% y en el año se dejan un 22% y un 7%, respectivamente.
Por otra parte, la caída de JD.com, conocido como el Amazon chino, -perdió más de un 6%- después de decepcionar con sus cuentas trimestrales, acabó arrastrando a otras firmas del sector como Ross Store o Mercadolibre.
En el S&P 500 los mayores descensos fueron para L Brands -propietaria de marcas como Victoria's Secret- que se desplomó más de un 12%, tras anunciar un recorte en su dividendo anual a la mitad. Le siguieron Jacos Engineering y Target Corp, que se anotaron pérdidas de doble dígito.
El crudo también volvió ayer al terreno negativo en el año, tras caer más de un 6% en el caso del barril de Brent en la que fue su peor sesión desde julio. El temor a una caída de la demanda global a raíz de los indicios de desaceleración del crecimiento mundial, unido al aumento constante del bombeo de shale por parte de Estados Unidos y Canadá están detrás de este descenso. El próximo 6 de diciembre se reunirá la OPEP para decidir si mantiene la producción o recortael abastecimiento de crudo.