"Lo próximo que pase en el mercado no será como la caída de Lehman Brothers, será otra cosa totalmente distinta a la que también tendremos que adaptarnos", observa, consternado, Nicolás Fernández, director de análisis de Banco Sabadell. 10 años después de la quiebra del coloso de la banca de Estados Unidos que desencadenó los 6 meses más dramáticos en mercado desde el crack del 29, esta opinión es generalizada entre los gestores, economistas y directores de análisis españoles que ya tenían dinero en juego en los mercados financieros entonces y que siguen en activo ahora.
Después de que Wall Street haya firmado el ciclo alcista más largo de su historia, con Estados Unidos tensando las relaciones comerciales a nivel global, viendo las incertidumbres que surgen en las economías emergentes, especialmente en China, y ante la posibilidad de que las economías desarrolladas tengan problemas para enfrentarse a sus elevados endeudamientos en pleno proceso de retirada de los estímulos financieros heterodoxos que se vieron obligados a aplicar los bancos centrales, otra crisis ronda las cavilaciones de los expertos, pero nunca en sus proyecciones se repite una derrumbe similar al de 2008. "Estas cosas siempre son inesperadas y ahora mismo hay mucha gente tratando de llamar la atención diciendo que viene el lobo, y el lobo vendrá cuando hayan perdido credibilidad los agoreros, como en el cuento", bromea Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextstep Finance.