El estallido de la última crisis internacional protagonizada por Turquía ha golpeado de lleno a la banca española. Las seis entidades que cotizan en el Ibex 35 se sitúan entre las diez firmas más castigadas desde que el pasado 7 de agosto se iniciara el conflicto diplomático entre Turquía y Estados Unidos, con la consecuente depreciación de la lira, y, desde entonces, las tensiones financieras no han hecho más que escalar.
Pero hay un actor protagonista en este conflicto dentro de la bolsa española y no es otro que BBVA. Su exposición a Turquía -del 11,4% del beneficio neto a cierre del primer semestre del año- le ha hecho ser la entidad más penalizada del selectivo, con una caída del 9,93%, lo que le ha llevado a zona de mínimos de octubre de 2016 -en los 5,44 euros por acción-. Con ella, eso sí, la entidad que preside Francisco González se ha llevado al resto de grandes bancos, como Santander, que sufre pérdidas del 8 por ciento desde el pasado 7 de agosto, a zonas en los 4,3 euros, también niveles no vistos desde hace dos años, al igual que Bankia y Banco Sabadell, mientras que Bankinter está en cotas del año pasado tras el recorte.