Dejamos atrás una semana en la que no ha habido novedades destacables desde el punto de vista técnico, en la que las bolsas europeas pasaron de marcar un nuevo máximo creciente en la subida que desarrollan durante las últimas semanas, lo cual fue una clara señal de fortaleza, a sufrir el viernes el enésimo "Trumpazo" que intentó sin éxito echar por tierra esas buenas vibraciones.
Estos vaivenes son un claro reflejo de que los inversores no son capaces de medir todavía las consecuencias de la guerra arancelaria y han optado por seguir consolidando.