La reunión del Banco Central Europeo (BCE) devolvió el apetito a los inversores de renta fija por Europa tras conocerse los planes de la entidad para los próximos meses. El bono español -el único que se encontraba en positivo a finales de mayo- ofrece por precio ganancias del 2,5% desde enero, mientras que la deuda portuguesa, alemana y francesa regresan al verde en el año y con ellas se gana por precio un 1,1%, un 0,7% y un 0,5%, respectivamente. Por el contrario, con el bono transalpino se pierde un 5% en lo que va de ejercicio.
Y es que el mensaje de Draghi haciendo hincapié en que el final del QE no terminará del todo en diciembre, ya que la entidad continuirá reinvirtiendo el capital que obtenga de los vencimientos de los bonos, dotando de liquidez al mercado, lo que contribuyó a reducir notablemente las rentabilidades de los bonos desde la cita del jueves.