El pasado viernes se ejecutó el 'split' por el que cada acción antigua se ha convertido en 50 nuevas.
Desde el pasado 30 de abril y hasta el jueves, 3 de mayo, las acciones de Samsung estuvieron suspendidas de cotización. ¿El motivo? El 'split' que ha decidido llevar a cabo la compañía. En este sentido, desde el viernes los títulos cotizan con normalidad, aunque la primera reacción del mercado fue una caída del 2%.
Un 'split' es una división de acciones que acarrea una reducción en el precio de los títulos que tiene en circulación una compañía. Eso sí, tiene un efecto neutro para el accionista, ya que para éste es lo mismo tener una acción que valga 10 euros, por ejemplo, a tener dos que valgan 5 euros cada una. En este caso, Samsung ha decidido que su proporción sea de 50 a 1, es decir, que cada antiguo título se ha convertido en 50 nuevos. Así, la cotización pasó de 2,6 millones de wones (unos 2.000 euros) a 53.000 wones (unos 41 euros).
El objetivo de la firma de electrónica es conseguir mayor liquidez. Y es que los precios elevados suelen limitar la entrada de inversores minoristas (el salario medio del país ronda los 2.000 euros). Por tanto, el grupo espera aumentar el valor a largo plazo. En los últimos seis meses Samsung ha movido, de media, 265.600 títulos al día, mientras que la segunda mayor firma del Kospi, SK hynix, ha intercambiado más de 4 millones de acciones. Actualmente, Samsung es la firma más grande del índice Kospi, con más de 260.000 millones de euros de capitalización (la segunda vale cerca de 47.000 millones). Su fuerte presencia en el mercado de chips y smartphones ha provocado que en menos de dos años haya subido en bolsa más de un 104%.
Por tanto, se prevé que el nuevo precio de la acción, unido a las proyecciones que hay sobre su negocio, alimente el apetito inversor por la firma. En abril Samsung presentó el beneficio correspondiente al primer trimestre del año en el que consiguió 8.800 millones de euros, un 6,5% más que lo previsto por los expertos y un 66,6% más que en el mismo periodo del año anterior. De cara al conjunto del ejercicio, la estimación es que registre un resultado récord con más de 38.100 millones, un 23% más que en 2017.
En este contexto, Samsung tendrá que estar atenta a cómo evoluciona el mercado de los móviles a nivel global. Y es que una vez más, Estados Unidos continúa haciendo amigos. Esta vez, ha sido el turno de los fabricantes chinos de dispositivos Huawei y ZTE. Y es que el Departamento de Defensa del país ha prohibido la venta de teléfonos móviles y módems de estas marcas en las tiendas de las bases militares estadounidenses por, supuestamente, potenciales riesgos de seguridad. Este nuevo episodio se une al que ya protagonizaron en enero AT&T y Verizon, que se negaron a comercializar los teléfonos de Huawei por las presiones gubernamentales.
Además, la Administración de Estados Unidos anunció en abril que ha prohibido a las empresas del país vender componentes a ZTE por un plazo de siete años como represalia por haberse saltado el embargo de Washington al vender tecnología y otros bienes a Irán. Cabe recordar que ZTE recibe de estos proveedores entre el 25% y el 30% de los componentes de sus dispositivos.
A priori, Samsung y Apple saldrían ganando con esta situación. Según datos de IDC, en el último trimestre de 2017 sólo entre la dos tenían el 71% del mercado estadounidense. Huawei ya es el tercer fabricante de móviles a nivel mundial, gracias a sus precios más asequibles con prestaciones de alto nivel. Aunque la cuota de mercado es bastante alta para ambas compañías, la falta de móviles chinos en EEUU podría hacerlas más fuertes.
Ahora bien, que fabricantes como Huawei no puedan acceder a Estados Unidos tiene otra consecuencia, se volcarán en otros mercados, como el europeo. "Con la entrada de Huawei al mercado estadounidense bloqueada de manera efectiva por el gobierno, la empresa ha aumentado el enfoque y los recursos en Europa. Huawei ha logrado elevar significativamente su presencia en los cinco principales mercados europeos y ahora tiene casi un quinto de las ventas en el primer trimestre del año, un 19%, frente al 14,4% del año anterior", indica Dominic Sunnebo, de Kantar Worldpanel ComTech.
De hecho, la evolución de las marcas chinas ha provocado que las todavía grandes favoritas del público hayan ido perdiendo parte del pastel. Así, si en 2012 Apple y Samsung tenían una cuota, a nivel mundial, del 30,2% y 18,7%, respectivamente, el año pasado esas cifras cayeron hasta el 21,7% y 14,8%, en cada caso, según IDC. Por contra, si Huawei controlaba el 4% del mercado en 2012, el año pasado ya alcanzó el 10,5%.