Decía Alan Turing, considerado uno de los padres de la ciencia de la computación y precursor de la informática moderna, "las máquinas me sorprenden con mucha frecuencia" y no le faltaba razón. Si hace menos de 40 años se lograba hacer por primera vez una llamada sin cables, hoy ya se trabaja en coches que se conducen solos, en tecnologías de reconocimiento facial o en toda una ciudad inteligente.
La Inteligencia Artificial (IA) dota de capacidad de resolución de problemas a equipos inanimados, como un robot y, según las predicciones de IDC, moverá 47.000 millones de dólares en 2020. Una tendencia que no se le escapa a las grandes empresas, que quieren su trozo del pastel. A este respecto, la compañía que ha tomado la delantera es Alphabet ya que, según los datos de CB Insights, es la que más empresas de IA ha comprado, un total de 14. Es el caso de DeepMind, orientada a hacer que los ordenadores logren pensar como los humanos. De cerca le sigue Apple, con 13 compras en este sector, siendo una de las más conocidas Siri, el asistente personal para iPhone manejado con la voz.