Tras atravesar un calvario que arrancó en el mes de junio de 2014 y que llevó a las petroleras a caer más de un 40% en el parqué de la mano de un crudo que parecía no encontrar un suelo, el sector no ha retomado del todo el pulso en el parqué, pero los resultados y las previsiones de las firmas de la industria han dado paso a cierto optimismo sobre el futuro de las petroleras.