Sin duda, la sesión de subidas vista ayer en los parqués europeos sirve para mantener vivo el rebote que los principales índices del Continente desarrollan en el muy corto plazo. Sin embargo, la volatilidad vista a lo largo de la jornada y ciertos detalles técnicos -el Ibex no consiguió al cierre aproximarse a los máximos de la sesión anterior- provocan que los alcistas aún tengan que ir con pies de plomo en el mercado.
La jornada vino marcada por la publicación de la tasa de inflación en el mes de enero en EEUU, que fue del 2,1%, es decir, mayor a la esperada por el mercado. Esto favorece un escenario en el que la Reserva Federal (el banco central estadounidense) se vea obligada a subir tipos a un ritmo mayor del previsto inicialmente con el objetivo de controlar los precios, algo que teme el mercado.