No hay mal que por bien no venga dicen algunos. Esta afirmación bien puede servir un día como hoy, en el que las bolsas europeas han pagado el contagio del desplome del lunes en Wall Street, cuando el Doy Jones protagonizó su mayor caída (en puntos) de la historia.
El lunes negro, como ya lo llaman algunos (en homenaje a aquel de 1987 cuando el selectivo industrial perdió un 22% en sólo una jornada) a traído los números rojos al Viejo Continente, aunque en menores proporciones.
Así, las principales bolsas europeas han perdido los mínimos del año y encaminándose al suelo de agosto del año pasado, donde pueden encontrar un nuevo soporte clave, "y en soportes, se compra", asegura Joan Cabrero, jefe de estrategia de Ecotrader.
La temporada de resultados estaba siendo buena a ambos lados del Atlántico y los fundamentales de las compañías no se habían visto deteriorados. Esto favorece volver a ver atractivo en la renta variable. En España. además, hay un valor añadido que destaca dentro del contexto europeo, y es el dividendo.
Con estas caídas, el rendimiento de los pagos del Ibex han vuelto a superar el 4% (un 4,1% exactamente), situándose en máximos de los últimos 14 meses (desde la victoria de Donald Trump). De hecho, la mitad de los valores del Ibex ofrecen una rentabilidad por dividendo de más de 4 puntos porcentuales.
Endesa sigue ofreciendo la retribución más golosa de todo el selectivo español. La compañía se ha dejado casi un 7% en el parqué este año, lo que ha mejorado el atractivo de su dividendo de 1,32 euros por acción, según el consenso de analistas que recoge Bloomberg (en dos pagos).
La medalla de plata se la lleva Enagás, que se acerca al 7% de rentabilidad. Si bien es cierto que sus títulos se han hundido más de un 12% hasta mínimos no vistos desde febrero de 2014. La próxima vez que reparta beneficios será en julio y, según los expertos, la retribución será de 0,876 euros en el que será el segundo, y último, pago a cuenta de los resultados de 2017.
Entre las grandes, vuelven a destacar los dividendos de Iberdrola, Repsol y Telefónica. Esta última, de hecho, tras caer a mínimos de más de un año por debajo de los 8 euros por acción, vuelve a ofrecer un dividendo de una rentabilidad por encima del 5%, algo que no ocurría desde hace tres meses.