Iberdrola ya ha dado a conocer los detalles del que será su próximo dividendo y que se ejecutará bajo la fórmula del 'scrip dividend' o pago en acciones. Eso sí, aquellos inversores que estén interesados en recibir la retribución de la compañía tienen de plazo hasta mañana, ya que será la última sesión en la que los títulos tengan derecho a percibir la remuneración.
Al tratarse de un pago en 'papelitos', los accionistas de Iberdrola tienen diferentes opciones, en este caso cuatro: recibir acciones nuevas, vender los derechos de suscripción en el mercado, vender los derechos a Iberdrola a un precio fijado o recibir un pago en metálico. Esta será la primera vez que los accionistas tendrán la posibilidad de recibir directamente el dividendo en metálico, sin necesidad de recurrir a la venta de derechos.
En este sentido, estas opciones no son excluyentes, es decir, que el inversor puede combinaras. Eso sí, hay que tener en cuenta que el tratamiento fiscal para cada alternativa es diferente.
Es el 'pago de toda la vida' o el más parecido a éste. Los accionistas percibirán 0,140 euros por título, lo que implica una rentabilidad de en torno al 2%. Por un lado, tendrán la posibilidad de recibir la remuneración en metálico sin necesidad de deshacerse de sus derechos y, por otro, podrán vender esos derechos a Iberdrola por un precio fijo (la intención de la firma es eliminar esta opción en julio). En ambos casos, hay que comunicarlo como muy tarde hasta el 22 de enero y el dinero se pagará el 29 de este mismo mes.
A este respecto, si opta por una remuneración en efectivo, tendrá una retención del 19%, ya que este intercambio se considera Renta del Ahorro, es decir, que esos 0,140 euros brutos se transformarán en 0,1134 euros por acción.
Además, al ser considerado Renta del Ahorro, las cantidades a tener en cuenta para el tipo impositivo son las siguientes: hasta 5.999 euros el tipo impositivo es del 19%, entre 6.000 y 49.999 euros, del 21% y a partir de 50.000 euros se aplica un tipo del 23%.
Tal y como recuerdan desde Self Bank, "algunos bancos cobran una comisión por este trámite. Algunas de ellas te cobran un porcentaje sobre el montante, con una comisión mínima. Ésta podría llegar a ser incluso superior al efectivo a recibir en sí, por lo que debes tener cuidado no vaya ser que salgas perdiendo dinero".
Aquellos accionistas que opten por esta alternativa recibirán 1 acción nueva por cada 46 antiguas. En el caso de que el inversor tenga derechos sobrantes, quizás la mejor opción es venderlos directamente a Iberdrola, ya que como recuerdan algunos expertos, si los derechos que sobran se venden en el mercado, las comisiones de Bolsa podrían superar el valor de dichos derechos.
Según explica Iberdrola, se espera que el próximo 7 de febrero comiencen a cotizar las nuevas acciones. En este caso, si se opta por recibir nuevos títulos, no habrá que pagar impuestos hasta que se vendan los mismos.
Si el inversor no da ninguna instrucción a su banco o entidad financiera sobre si prefiere el dinero en metálico o vender los derechos en el mercado, recibirá acciones nuevas de Iberdrola en función del número de derechos que posea.
Esta opción es la que ha sufrido mayores cambios fiscales. Desde el 1 de enero de 2017 las ventas de los derechos en el mercado tributan en las rentas del ahorro, por lo que conllevan una retención del 19%, al igual que el cobro en efectivo.
Con esta modificación, esta alternativa ha perdido atractivo, ya que antes el inversor podía diferir el pago de impuestos. El importe de la venta de esos derechos se descontaba del precio de adquisición de las acciones y sólo se consideraba ganancia patrimonial en caso de que el precio de venta fuese mayor al valor de compra de los valores de los cuales procedían tales derechos.
Dicho esto, esta es la opción más incierta, ya que el inversor no sabe a qué precio va a poder vender sus derechos, ya que al cotizar en el mercado el valor varía constantemente. El 11 de enero comenzará el periodo de negociación de derechos, que concluirá el 25 de enero.