El selectivo nacional tiene un potencial del 13% de cara al próximo año, por encima del EuroStoxx 50, ya que parte rezagado ante el peso de la incertidumbre por Cataluña.
Bajo el árbol navideño, este año el Ibex 35 recogerá carbón, del dulce eso sí, debido a su evolución en el año que no ha sido tan buena como el resto de las grandes plazas europeas. El selectivo nacional ha quedado rezagado con respecto a Europa desde que a comienzos del mes de junio la incertidumbre generada por el ansia independentista catalán -que terminó con un referéndum en octubre y unas elecciones hace una semana- haya abierto un hueco con respecto al EuroStoxx 50 del 6,2% entre las ventas de los inversores que ya estaban y la parálisis de las compras de los que aspiraban a entrar.
Desde el penúltimo vagón del tren, con una subida en el año del 7,4% solo superior a la del EuroStoxx 50 del 6,5%, el Ibex 35 aspira a cambiar de asiento de coche en coche hasta sentarse a los mandos de la locomotora. El año no ha sido fácil, sobre todo porque en el ecuador de 2017 el Ibex dejó de ser el combustible principal de las bolsas, llegando a subir en abril un 19% en solo cuatro meses y marcando máximos anuales en los 11.135 enteros, gracias a que el mercado empezó a descontar una subida de tipos en la eurozona que beneficiaría, principalmente, al Ibex frente al resto de mercados por ser el índice más bancarizado de Europa -representan un 30% de toda su capitalización-. Por aquel entonces, los principales selectivos continentales registraban ganancias del 11%. Pero entonces, llegó Cataluña.
Desde el mes de junio las dudas generadas por los partidos independentistas llevaron al Ibex a echar el freno y comenzar a distanciarse del resto de Europa. Hoy, tras el 21-D, ese telón de fondo todavía se mantiene, a pesar de que el potencial del índice a doce meses vista alcanza el 13%, el mayor de la eurozona, sólo por detrás del Mib italiano para quien vaticinan una subida del 13% y casi dos puntos porcentuales por encima del EuroStoxx 50, siempre y cuando el conflicto independentista no se intensifique. El objetivo es llegar a la última estación del año 2018 montado en los 11.350 puntos, según el consenso de analistas, a lo que habría que sumar una de las mayores rentabilidades por dividendo de Europa, que se situará, de media, en el 4%. La del EuroStoxx 50 se estima en el 3,3% el próximo año, frente al 2% del S&P 500.
A pesar de que el riesgo político es imposible de prever, Cataluña condicionará los próximos meses del Ibex 35, pero no será el único. En América Latina se celebrarán, según las previsiones, hasta tres convocatorias electorales en Brasil, México y Colombia, que podrían afectar a la trayectoria de las compañías nacionales, básicamente, por el peso que tienen estos países en sus beneficios. Y no tan lejos, en Italia el próximo 4 de marzo tendrán lugar unos comicios que, dependiendo del resultado, podrían hacer volver a los inversores que salieron a la fuga de España, dicen desde Deutsche Bank.
Más allá de las urnas, que bastante protagonismo han tenido ya en 2017, los expertos coinciden en señalar cuatro ventajas competitivas que colocan al Ibex en la cabecera del Viejo Continente: el rumor de una subida de tipos, el crecimiento de la economía española por encima de Europa -de hasta el 3%- y de los beneficios, y la reforma fiscal aprobada en EEUU, unida al plan de infraestructuras que llegará en 2018.
"Este año el Ibex merece mención especial porque se ha quedado más barato que otro índices, especialmente en un contexto de normalización de los tipos de interés", apuntan desde BBVA AM. Su carta de presentación para el próximo año es un multiplicador de beneficios de 13,5 veces, un 3,6% por debajo del PER (número de veces que la acción recoge en precio el beneficio) al que cotiza el EuroStoxx 50, en las 14 veces -algo por debajo de la media histórica- pero muy relevante si la comparativa se realiza con EEUU, donde un inversor adquiere, de media, las firmas del S&P 500 con una expectativa de 18,4 años para recuperar su dinero por la vía del beneficio. Así, las ganancias de Europa se compran un 24% más baratas, cuando históricamente esta rebaja ha sido del 6%.
"Estamos en un momento en el que tanto la situación económica como el potencial alcista de los beneficios son claramente más favorables para Europa que para EEUU", apuntan desde Credit Suisse.
En base a las estimaciones que maneja el consenso de mercado, los beneficios crecerán algo más del 7% de media tanto entre las firmas del Ibex como las que aglutina el EuroStoxx. De entre las cincuenta mayores cotizadas de Europa, Banco Santander será la décima a la que mejoren en mayor proporción las ganancias de 2017 a 2018. Su beneficio alcanzará en un año los 8.374 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 18%.
Telefónica, por su parte, es la segunda compañía de todo el EuroStoxx 50 con mayor potencial a doce meses vista. Según el mercado, la acción alberga un recorrido alcista del 26%, hasta los 10,4 euros.
Pero atención, porque no todo es viento de cola en Europa. El euro se cambia ya a 1,195 dólares, máximos de 2015, y esto impactará sobre el resultado de las firmas exportadoras y, por ende, sobre índices como el Dax germano, principalmente. Desde UBS calculan que por cada apreciación del 5% de la divisa común frente a una cesta de las principales monedas se recorta entre el 2% y el 3% el beneficio por acción de las compañías continentales.
Indiscutiblemente, el mercado seguirá barruntando sobre el momento en el que el Banco Central Europeo (BCE) se decida por subir el precio del dinero en la eurozona y, pese a que no se espera hasta mediados de 2019, cualquier movimiento podría ser descontado en la bolsa y, en concreto, por los valores financieros. Esto ya sucedió el año pasado -a pesar de Cataluña- y ha llevado a los bancos españoles a cotizar con el PER más elevado del sector en Europa, en las 12,2 veces. Esto les supone cotizar con una prima del 13% respecto a sus homólogos italianos y franceses y en línea con lo que se paga por comprar banca británica.
De hecho, hace unos meses se pensaba que pasarían años hasta que los bancos españoles volvieran a cotizar por encima de su valor contable, sobre todo teniendo en cuenta la quiebra de Banco Popular en junio que volvió a remover los cimientos de la confianza en el sector. Hoy, cotiza a un valor en libros de 0,85 veces (1 implicaría cotizar igual que su valor contable), el segundo nivel más alto de Europa, por detrás de la banca británica.
Sin embargo, tan sólo CaixaBank se cuela entre los 14 valores con un potencial superior al 10% del Ibex, que supera el 20% en el caso de la mencionada Telefónica y Acciona. El selectivo arranca el año con seis consejos de compra, de los que dos se colocan entre las acciones más alcistas de 2017 -Cellnex y ArcelorMittal-.
A ellos habría que añadir a Ferrovial, la mejor recomendación de todo el Ibex, que podría salir claramente beneficiada por la concesión de una tercera pista de aterrizaje en el Aeropuerto de Heathrow en 2018; ACS, primer valor español en formar parte del índice Eco30, selectivo de ideas internacionales para batir al mercado americano y europeo; Meliá Hotels, mejor posicionada que NH para aprovechar la recuperación de la economía comunitaria; y Acciona, cuyo negocio de renovables se está viendo claramente beneficiado por las exenciones fiscales que ha decidido mantener EEUU en la recién aprobada reforma fiscal.