En los últimos 2 años, JustEat ha invertido más 1.000 millones de euros, casi un 20% de su capitalización bursátil actual -6.000 millones-, en distintas adquisiciones con la intención de afianzarse en sus principales mercados -Reino Unido, Australia, Brasil o Canadá-, en los que en algún caso disfruta de una posición dominante, y con el objetivo también de entrar en otros nuevos.
La última operación la ha llevado a cabo en su mercado doméstico, las islas británicas, donde ha comprado a su principal rival, Hungryhouse, por casi 240 millones para protegerse de la competencia planteada por los agresivos actores que acaban de llegar al negocio de las plataformas online de entrega de comida a domicilio, Deliveroo, UberEats y la omnipotente Amazon.