Ya está en marcha la batalla entre las gestoras de planes de pensiones para atraer el máximo de ahorro nuevo o, en su defecto, el que está en otras firmas a través de promociones que incluyen bonificaciones en metálico de entre el 3 y el 5%. Esto se debe a que, normalmente, el 50% de las aportaciones se realizan a final de año porque es cuando se empiezan a echar cuentas para reducir la factura fiscal en la siguiente declaración de la renta gracias a las ventajas fiscales de este producto. Y esto al final tiene una consecuencia: la mayoría de los inversores no sale de su entidad bancaria para elegir el plan de pensiones en el que invertir.