Si hay algo que ha quedado claro en el mercado de renta variable europeo es que los niveles de soporte clave han funcionado a la perfección.
Los 9.800-9.930 puntos (mín. en los 9.889) del Ibex y los 3.520 puntos del EuroStoxx 50, han frenado las caídas de muy corto plazo y han provocado una reacción al alza que no hace más que reforzarlos como la línea divisoria que separa un contexto alcista de uno potencialmente bajista de cara a la recta final del año.