Los recientes comentarios realizados desde las agencias de publicidad sobre los ingresos publicitarios del sector no han sentado bien a las empresas europeas de medios de comunicación y concretamente a A3Media y Mediaset.
El temor a una nueva crisis publicitaria se extiende por Europa mientras las dos grandes firmas audiovisuales del país están atravesando un periodo de vacas flacas en el parqué. Ambas se dejan más de un 25% en bolsa desde que marcaron sus máximos anuales, allá por el mes de abril. Un caída que ha supuesto una pérdida de 1.150 millones de capitalización en el caso de la firma presidida por Paolo Basile y de 707 millones para A3Media.
Estas cifras, además de alarmantes, son similares al beneficio acumulado a lo largo de los últimos 9 años por ambas compañías. Y es que, desde 2007, Mediaset suma unas ganancias acumuladas de 1.200 millones de euros, mientras que la empresa que dirige Silvio González ha acumulado un beneficio neto por valor de 707 millones de euros desde 2008.
Más atenuado ha sido el impacto en las estimaciones de beneficio neto que los analistas realizan para ambas firmas. De hecho, desde enero, la previsión de ganancias agregadas de 2017, 2018 y 2019 para ambas apenas se ha visto reducida en su conjunto en un 10% (ver gráfico).
Sin embargo, el daño en los mercados es evidente. "Hemos reducido marginalmente nuestra previsión de ingresos netos de publicidad de la compañía de cara a 2017", señalaban desde el departamento de análisis de JP Morgan nada más conocer sus cuentas correspondientes al segundo trimestre del ejercicio. "De hecho", desde la misma compañía afirman que "este movimiento ha sido el que ha impulsado a la baja también en un 2,2% nuestras estimaciones de beneficio por acción de cara a 2017 y 2018".
Todo ello ha llevado a la firma de inversión a deteriorar su recomendación sobre Mediaset hasta "infraponderar" (dar un peso inferior al que tiene en el índice en el que cotiza).
Y no ha sido la única. Desde abril, ha habido un deterioro sostenible en la recomendación de la compañía, al igual que en Atresmedia
"Seguimos recomendando infraponderar los títulos de A3media", afirman en JP Morgan, desde donde apuntan al cambio de gustos en los consumidores, que apuestan ahora por otro tipo de contenidos audiovisuales más allá de la televisión.
Y en la misma línea se posicionan desde Credit Suisse. "Seguimos creyendo que España está menos expuesta a la presión estructural a corto / medio plazo que los países del norte de Europa pero no es suficiente a corto plazo para justificar la reccomendación de compra que antes le otorgábamos a las compañías del sector", afirman.
De hecho, desde la firma suiza también han decidido revisar a la baja las estimaciones de ingresos netos de publicidad de 2017 y 2018 de ambas compañías, y por ende, las previsiones de ganancias por acción que tenían previstas.
Todo empezó con el anunció de la mayor agencia de publicidad del mundo, WPP. La empresa británica fue la primera en alertar sobre un fuerte retroceso en la inversión publicitaria al recortar sus previsiones de ingresos y resultados para el conjunto del año.
Un movimiento que fue, poco después, imitado por el conglomerado audiovisual alemán ProSiebenSat.1, que hizo lo propio semanas más tarde.
"Los recortes presupuestarios en los sectores de bienes de consumo y belleza han dado lugar a que las firmas de publicidad bajen sus estimaciones para el año", afirman desde Credit Suisse, desde donde aseguran que no creen que esta débil tendencia se limite sólo a 2017.
En este sentido, todas la alarmas de analistas e inversores se han disparado ante el comportamiento del gasto en televisión. No en vano, en los últimos años, una ralentización de los beneficios de las compañías más grandes del sector ha venido acompañada de una recesión en el crecimiento de la economía global.
WPP es el mejor ejemplo de esta correlación. Cuando la agencia británica, ha registrado un descenso en sus ganancias (2001, entre 2007 y 2008 y posteriormente en 2011) el PIB de la eurozona se ha resentido y ha registrado un crecimiento inferior.