Asediado por los escándalos y amenazado por tecnologías incipientes, el sector europeo del automóvil es el que menos refleja en bolsa su crecimiento por beneficios en la última década. La descorrelación de la evolución de sus ganancias con su comportamiento entre 2007 y 2016 asciende a 65 puntos porcentuales (ver gráfico), lo que muchos analistas identifican con una clara oportunidad de inversión.
Uno de los gestores más reconocidos en España no dudó en reconocerlo recientemente. Francisco García Paramés admitió en el Iberian Value, un foro que reunió a férreos defensores de la búsqueda de valor a largo plazo, que "un 10% de su fondo está en tres fabricantes de coches".
Lo cierto es que los principales riesgos que afrontaba el sector en el corto plazo se han ido matizando, hasta casi extinguirse en algunos casos. Con la perspectiva del paso del tiempo, el escándalo de los motores diésel de Volkswagen destapado en Estados Unidos, que luego se extendió a otras automovilísticas como Renault o a Peugeot, parece más una primera escaramuza de una guerra comercial a escala global que está por estallar, que una sentencia de muerte para la industria.
El sector no está en vías de extinción. Ni siquiera el grupo que se llevó la peor parte y los mejores recuerdos de los ecologistas. Volkswagen vuelve a ser la automovilística europea más capitalizada y se acercará a los 12.000 millones de euros de beneficio neto al cierre de este año, una cifra que a nivel mundial solo superará Toyota.
Tampoco el coche eléctrico es una amenaza total pese a la irrupción de nuevos y fanfarrones actores en la industria. Todo apunta a que los grandes fabricantes están preparados para adaptarse a las nuevas tendencias de consumo, si es que éstas se materializan tan pronto como se prevé. Porque aunque algunos quieran olvidarlo, el poder político de la industria en Europa sigue intacto. El sector, en conjunto, da trabajo a 15 millones de personas aproximadamente. Más que empleados hay España, la cuarta economía de la eurozona.
"El sector del automóvil ofrece muy buenas opciones de revalorización, más allá de lo que haga los próximos tres meses", admite Javier Rillo, gestor de Ibercaja Alpha. "Existe una gran brecha entre el comportamiento en bolsa de sus acciones y la tendencia de sus ganancias", recalca el equipo de analistas de Citi, que califica como "exagerada" la postura del mercado ante las amenazas que afronta la industria.
"Históricamente, la evolución en beneficios de las empresas se ha reflejado en sus cotizaciones", continúan los expertos de Gesconsult, que también llaman la atención sobre el crecimiento futuro del sector, que según las estimaciones, estará por encima del mercado, para el que se prevé un incremento del 10% en 2017, respecto a 2016, frente al 44%, "lo que debería repercutir positivamente en bolsa".
Dentro del sector europeo, las compañías que cotizan más baratas por PER (veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción) son Porsche, que lo hace a 5 veces, Fiat, a 5,2, Renault, 5,6 veces, y Volkswagen, 6,1. Para estas cuatro compañías se esperan fuertes crecimientos de sus ganancias, destacando Porsche, que las elevaría un 190% en los próximos tres años, y su matriz Volkswagen, que lo haría un 150%.