Los tres principales índices de Wall Street consiguieron revalidar sus máximos históricos en una jornada en la que la pequeña decepción provocada por las nóminas no agrícolas no fue suficiente para alejar a los alcistas.
Así, el selectivo más alcista de la semana ha sido el Nasdaq 100, con una revalorización de más del 1,6% que le ha llevado a situarse en los 5.881 puntos. Por su parte, el S&P 500 se ha anotado un 0,96% hasta los 2.439 enteros, y el Dow Jones ha escalado a su nueva cima, marcada en los 21.206 puntos.
Desde el punto de vista técnico, Joan Cabrero señala que "llamaba la atención el hecho de que el Dow Jones Industrial no consiguiera seguir la estela alcista marcada, en primer lugar, por la tecnología, y posteriormente por el S&P 500. Así, esta potencial divergencia ha sido cancelada tras conseguir también el Dow Jones romper el techo del proceso lateral que desarrollaba durante los últimos tres meses".
"Esto hace que finalmente los tres mosqueteros entren de nuevo en subida libre absoluta, que es la situación técnica más alcista que existe", concluye Cabrero.
El mercado esperaba una cifra en torno a las 180.000 nóminas no agrícolas, sin embargo, el dato reportado se quedó en las 138.000 altas. Además, se han revisado a la baja (desde 211.000 hasta 174.000) las del mes de abril. No obstante, la tasa de empleo ha vuelto a caer, esta vez hasta el 4,3%, algo que no se veía en los últimos 16 años.
Este mal dato de empleo ha llevado al dólar a vivir su peor sesión de los últimos 15 días. En la semana, el billete verde se ha depreciado un 0,9% frente al euro, que se intercambia ya por 1,1283 dólares, algo que no era posible desde agosto del año pasado.
En el mercado de materias se ha dejado notar la decisión tomada el jueves por Donald Trump de abandonar cualquier compromiso medioambiental firmado en la cumbre de París. Por ello, el petróleo ha acentuado las caídas que ya venía protagonizando a lo largo de la semana ante la posibilidad de que Estados Unidos aumente su producción.