Llegó la duodécima sesión consecutiva al alza del Dow Jones. La racha de subidas continúa en Wall Street, que se resiste a consolidar a pesar de "la sobrecompra existente a corto plazo", según explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. Por ahora, los selectivos norteamericanos no parecen cansados de coleccionar nuevos máximos históricos.
Ante este despliegue de los alcistas, Joan Cabrero considera que "no sería de extrañar que diera comienzo una fase de cierta consolidación en próximas fechas". "Es algo que no nos sorprendería si atendemos a la sobrecompra existente a corto plazo fruto de las verticales subidas", continúa el analista, quien añade que "se confirmaría el agotamiento alcista si el S&P 500 cierra el hueco que abrió días atrás a partir de los 2.351 puntos".
Para ello deberíamos ver un cierre diario por debajo de este nivel, algo que por el momento no ha sucedido. "Si esto sucede, lo más probable es que el mercado norteamericano opte por desarrollar un proceso consolidativo que debería servir para que la sobrecompra disminuya, tras el cual lo más probable es que las subidas vuelvan a imponerse", concluye.
El euro firmó el viernes su tercera caída semanal consecutiva frente al dólar. El cruce se sitúa en los 1,056 dólares, a un 1,64% de descenso hasta los mínimos de diciembre, cuando la móneda única se llegó a intercambiar por 1,038 dólares. Y es que, los expertos ya esperan que la Fed suba tipos en mayo.
En el mercado de materias primas, el oro ha cosechado distintos máximos anuales desde que arrancó el ejercicio, ya que desde el pasado 1 de enero se revaloriza más de un 8% tras cuatro subidas semanales consecutivas. Los expertos creen que está cotizando los riesgos geopolíticos.
La retirada de la contienda electoral en Francia del centrista François Bayrou, unida a su propósito de aunar fuerzas con Emmanuel Macron, ha aflojado la presión en el mercado de deuda. El viernes, la rentabilidad del bono galo a 10 años cayó por debajo del 1% por primera vez desde finales de enero, mientras que el papel alemán a dos años tocó mínimos históricos en el -0,95%. Una dinámica a la que no se unió la deuda española a 10 años, cuya rentabilidad escaló hasta el 1,7%, lo que ha devuelto a la prima de riesgo hasta niveles no vistos desde el Brexit, en los 151 puntos básicos.