Si tiene un móvil Samsung o un iPhone probablemente haya utilizado su huella dactilar como método de protección para acceder al dispositivo. Es lo que se conoce como seguridad biométrica, un mercado que se está abriendo paso ante los problemas para asegurar los datos de los clientes y del que el inversor puede sacar tajada.
El robo de 1.000 millones de cuentas que sufrió Yahoo! en 2016, y que contenía fechas de nacimiento, direcciones de correo electrónico o números de teléfonos, puso de manifiesto ante el gran público que el problema del conocido como ciberterrorismo puede afectar a cualquiera y vulnerar sobre manera su intimidad en un mundo en que usamos los datos personales para casi todo: cuentas bancarias, compras online, redes sociales...