Goldman Sachs no derrocha optimismo respecto a la renta variable en el informe de perspectivas para el próximo año que ha publicado recientemente. La influyente firma de inversión norteamericana concede un 6% de potencial alcista a la bolsa europea hasta el cierre de 2017. Peor parado sale el S&P 500 norteamericano, al que apenas le ve recorrido en este mismo periodo, y todavía más pesimista es con el mercado japonés, para el que pronostica una ligera caída.
El informe de la casa de análisis es concluyente en el primer tema que aborda entre los 10 que considera que marcaran la agenda del próximo ejercicio: "Encontrar oportunidades de inversión volverá a ser un desafío en 2017". "La comparación de las previsiones de este año con las del año pasado revela que, a pesar de una perspectiva más firme y más fuerte para el crecimiento mundial, los retornos esperados siguen siendo bajos", continúa Goldman Sachs.
Por otro lado, asegura que el programa de estímulos fiscales anunciado por el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, marcará el curso bursátil y facilitará a la Reserva Federal la decisión de subir los tipos de interés en diciembre y de volver a hacerlo otras tres veces durante 2017.
"En Estados Unidos, los acontecimientos favorecen al dólar, con una creciente posibilidad de estímulos fiscales, más proteccionismo y controles a la inmigración, lo que combinado puede suponer una mayor inflación y una política monetaria más ajustada", explica la firma de inversión. "En Europa, la incertidumbre sobre el Brexit va a pesar sobre la libra, mientras que la ristra de elecciones, incluyendo la posible repercusión del referéndum constitucional en Italia del 4 de diciembre y las elecciones generales en Francia, Alemania y Holanda, van a pesar en el euro".