Los fondos que invierten en estos productos ganan en muchos casos más que los que lo hacen en bonos tradicionales pese a las bajas tasas de inflación. Analizamos el porqué.
La caída de los precios del petróleo y la depresión del consumo son los dos principales factores que están detrás de que a día de hoy las tasas de inflación en la eurozona se hayan deprimido hasta situarse en el 0,2% con la que cerró el mes de agosto. Sin embargo, pese a esta baja inflación los fondos que invierten en bonos ligados a la inflación no han hecho otra cosa que repuntar en términos de rentabilidad. De hecho, según los datos de Morningstar los productos que invierten en bonos ligados al IPC de la zona euro obtienen este año una rentabilidad del 3,12 por ciento. ¿Cómo es posible?