El Banco de Inglaterra (BoE) puso toda la carne en el asador para hacer frente a las consecuencias del Brexit al puro estilo del BCE. Mario Draghi ha creado tendencia y la prueba es que su homólogo en la institución británica, Mark Carney, anunció un programa de compra de deuda corporativa de 10.000 millones de libras.
El 10 de marzo, el BCE dio un paso sin precedentes al comprometerse a financiar directamente a las compañías europeas comprado bonos emitidos en euros. El objetivo era y sigue siendo reactivar la inflación y estimular la economía real interviniendo en todos los frentes. Un camino que, ahora, sigue el BoE.