Los signos de agotamiento vendedor que veíamos el pasado jueves ya advertían de que podíamos asistir a un rebote, algo que finalmente tomó cuerpo el viernes. Este rebote esperado en la renta variable española no cambia la situación técnica bajista del Ibex 35 (IBEX.MC), que no mostrará fortaleza destacable mientras no cierre el hueco que abrió a partir de los 8.490 puntos.
En este sentido, un eventual rebote lo vemos a priori como algo vulnerable y previo a mayores caídas salvo que consiga cerrar por encima de los 8.490 y posteriormente alcance la zona de los 8.755 puntos, lo que solaparía la primera onda de caída del último proceso bajista iniciado en los 9.160 puntos. Por tanto, no somos partidarios de aprovecharlo. Distinto sería que ya se hubieran alcanzado los mínimos del año o alguna zona de soporte relevante y no es el caso.
Situación tendencial:
Desde abril de 2015, fecha en la que se aproximó a los 12.000 puntos, el Ibex 35 desarrolla una tendencia bajista que está sirviendo para corregir parte de la tendencia alcista que se inició a mediados de 2012 desde los 5.900 puntos. Con el alcance de la zona de los 7.900/8.200 puntos ya se ha corregido un 61,80/66% de toda esta tendencia y desde ahí el Ibex 35 trata de reestructurarse al alza, algo que conseguiría si consigue cerrar el hueco bajista que se abrió a comienzos de año a partir de los 9.544 puntos. Mientras no lo consiga no se alejará el riesgo de asistir a una continuidad de la tendencia bajista que desarrolla la renta variable española desde abril de 2015, que podría llevar al Ibex 35 a la zona de los 7.000/7.200 puntos, que es el límite máximo de caída para que la corrección no tenga visos de profundizar hacia los mínimos de 2012.