La debilidad del rebote hace que pensemos que quizá para que éste sea sostenibole hace falta un nueva consolidación por lo que somos partidarios de hacer solo movimientos tácticos como el cierre de Nokia.
Sí, estamos en una fase de rebote pero no, no parece que vaya a ser fácil conseguir que se mantenga en el tiempo. Esa es una de las conclusiones que arrojó el comportamiento de los índices en Europa, donde todos cerraron con alzas pero en lejos de los máximos intradía. "Sorprende la timidez del rebote y esto es algo que invita a no descartar la posibilidad de asistir a un intento de reconstrucción alcista más amplio y complejo en el que las bolsas europeas podrían incluso volver a testar o aproximarse a los mínimos de la semana pasada antes de formar un rebote más consistente", apunta Joan Cabrero.