Goldman Sachs da por finalizado 2016 para el S&P 500. El banco de inversión advierte de que el principal selectivo en Estados Unidos ya ha alcanzado su objetivo para el año, los 2.100 puntos que conquistó el 20 de abril, y que "se mantendrá en las inmediaciones de este nivel" hasta el cierre del mismo.
"El tibio crecimiento del PIB de Estados Unidos, las contenidas previsiones de beneficios de las empresas y la elevada valoración" son las principales razones por las que Goldman Sachs cree que el S&P 500, a 22 de abril, había recorrido todo el camino que tenía que recorrer en 2016.
El selectivo de referencia en la primera economía del mundo empezó el curso cediendo un 10,5%, hasta los 1.829 puntos, mínimo que no visitaba desde abril de 2014, y desde donde emprendió un rebote que llegó a ser del 15% y que llevó al S&P 500 por encima de los 2.100 puntos, su objetivo para 2016, según Goldman Sachs.
"Mantenemos nuestra previsión de que cerrará el año en ese nivel", insiste el banco de inversión. El primer motivo para sostener esta postura es que, aunque la economía de Estados Unidos está creciendo, "lo hace un ritmo tibio". Espera que lo haga un 1,8% en 2016, por debajo del 2,5% de 2015. El segundo es que una demanda final débil y un crecimiento de las ventas también bajo propicia que los márgenes de beneficios de la compañía se hayan estancado. Por último, la firma considera que las valoraciones son elevadas.
Ante este escenario, la recomendación de Goldman Sachs a sus clientes es incluir en sus carteras dividendos atractivos.
Goldman Sachs señala, además, que "la principal fuente de demanda de acciones en Estados Unidos son las recompras de acciones", que, según sus cálculos, se incrementarán "un 7% a 600.000 millones de dólares en 2016".
Sin embargo, cree que el volumen de fusiones y adquisiciones descenderá un 40% respecto a 2015 por "el marco regulatorio, la nueva política fiscal y la incertidumbre política".
Desde el punto de vista técnico, Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, explica que "la tendencia alcista que definen los principales índices norteamericanos mantiene vigente y para que exista un deterioro en sus posibilidades alcistas es preciso que una próxima caída perfore los mínimos que se marcaron el pasado mes de enero y febrero, tales como son los 1.810 puntos del S&P 500".
Este nivel "podría ser la base de una consolidación que tiene como techo la zona de altos del año pasado" y de la que están también pendientes las bolsas europeas, continúa el analista. "El alcance de esta zona de soporte la vimos como una oportunidad para comprar bolsa estadounidense partiendo de la idea de que si se pierden estaríamos delante de un cambio de tendencia de medio plazo que obligaría a vender posiciones en EEUU para evitar caídas que podrían llevar al S&P 500 a los 1.600 puntos", concluye.