Las previsiones sobre el beneficio neto que conseguirán los bancos norteamericanos en 2016 y en 2017 caen desde principios del ejercicio -cuando el incremento del precio del dinero era todavía una idea remota-, a pesar de que, teóricamente, esta medida repercute positivamente en los márgenes de las entidades financieras.
Finalmente, la Reserva Federal cumplió con las expectativas del mercado y aumentó los tipos de interés, como estaba previsto: 25 puntos básicos, desde el 0%- 0,25% que se mantenía hasta ahora, hasta el 0,25%-0,50%. La entidad ha tardado más de 9 años en retirar los estímulos monetarios.