Las principales bolsas estadounidenses cerraron el lunes con caídas, tras las palabras del miércoles de Janet Yellen, la presidenta de la Reserva Federal, y los datos de empleo del viernes, que dejaron la puerta más que abierta a que la subida de tipos de interés tenga lugar en la reunión de diciembre. Los descensos de los principales selectivos fueron cercanos al 1% en la jornada.
Al mercado le gustan los estímulos y los inversores lo dejaron claro el lunes, reaccionando con caídas a la especulación de que los tipos se subirán en diciembre. El miércoles de la semana pasada Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal, realizó declaraciones en el Congreso de Estados Unidos que llevaron al mercado a especular que la subida de tipos de interés en el país tendrá lugar durante la reunión de diciembre.
Sin embargo, el viernes fue cuando todo pareció confirmar que los tipos se subirán en esa ocasión: la probabilidad de un incremento del precio del dinero ese mes aumentó hasta el 70% esa tarde, según los datos que maneja Bloomberg, tras publicarse un magnifico dato de empleo, que confirmaba las palabras de Yellen.
Sin embargo, los principales índices estadounidenses cerraron el viernes sin un rumbo claro, con el Dow Jones y el Nasdaq 100 subiendo, mientras el S&P 500 cerró con ligeras pérdidas. Así, la reacción de los bajistas se hizo esperar, pero sólo un fin de semana: el lunes cayeron los tres selectivos, un 1% en el caso del Dow Jones, hasta los 17.730,48 puntos, un 0,98% para el S&P 500, hasta los 2.078,59 puntos y un 1,1% para el Nasdaq 100, hasta los 4.655,51 puntos. Ahora, el Dow Jones ha vuelto a pérdidas en el año.
Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader explica que "Wall Street también ha comenzado la semana a la baja. Los principales índices ceden posiciones en un movimiento que sirve para corregir parte de los últimos ascensos, tras el cual entendemos que aún podría existir otro segmento alcista que lleve a índices como el S&P 500 y el Dow Jones Industrial a la zona de altos del año".
La divisa estadounidense cerró la semana pasada con fuertes avances, impulsada por el buen dato de empleo que se conoció esa jornada. Sin embargo, hoy ha arrancado la semana con caídas generalizadas, descendiendo frente a las diez divisas más cotizadas del mundo.
Nada ha cambiado desde el viernes, pero el mercado ha optado hoy por vender dólares de forma generalizada, reflejando quizá que las compras durante la última jornada semanal fueron excesivas. La divisa estadounidense cayó hoy en todos sus diez cruces más cotizados, a excepción del dólar australiano, frente al que se mantuvo plano.
El euro aprovechó la debilidad del billete verde para rebotar ligeramente, en torno a un 0,1, manteniéndose sin cambios en el nivel de los 1,07 dólares. La moneda que más subió frente al dólar estadounidense fue la corona sueca, que rebotó más de un 0,5%. La libra fue la segunda divisa más alcista de la jornada frente al dólar, con un avance del 0,4%.
Los dos principales barriles de petróleo de referencia en el mundo cayeron en el día, junto con la mayor parte de materias primas que cotizan en el parqué. El barril Brent europeo llegó a caer casi un 0,9%, hasta rozar los 47 dólares. Por su parte, el West Texas estadounidense recortó su precio hasta un 1,5%, hasta el entorno de los 43 dólares.
El crudo hizo oídos sordos a las palabras del viceministro saudí de petróleo, quien destacó que el país baraja unas previsiones de recortes de inversión de petróleo en 2016 de entre el 3% y el 8%, explicando que será la primera vez desde la década de 1980 en que la industria petrolera lleva a cabo recortes en este sentido durante dos años consecutivos. El mandatario explicó además que, debido a estas previsiones y al aumento de demanda, los precios de la energía deberían subir en los próximos años.
Al margen del recurso energético, el oro fue una de las pocas materias primas que subieron durante el día, pero su rebote fue casi insignificante: a media sesión estadounidense subía un 0,1%, hasta los 1.089 dólares la onza.