La caída del 1,9% de la actividad económica de Brasil en el segundo trimestre hizo oficial algo que la depreciación del real y la debilidad de las materias primas venía adelantando desde comienzos de año: la entrada del gigante latinoamericano en recesión técnica (dos trimestres negativos seguidos) después que su PIB retrocediera otro 0,7% en el primer período del año. Como es intrínseco al mercado bursátil, la bolsa del país ha escenificado esta zozobra económica de forma más dramática. El conjunto de todas las compañías cotizadas en Brasil han reducido su tamaño cerca de un 30% desde el primero de enero, al pasar de capitalizar 700.000 millones de euros a los 500.000 millones de euros que capitaliza actualmente.
Este retroceso lo ha aprovechado la bolsa mexicana para amenazar su liderazgo histórico en Latinoamérica. Cual hormiguita, el mercado bursátil de México ha crecido más de un 50% desde 2007, según FactSet. Antes de que estallara la crisis financiera mundial, el tamaño de la bolsa de México apenas superaba los 270.000 millones de euros. Hoy, capitaliza más de 430.000 millones de euros después de haberse encogido menos de un 1% desde el arranque de 2015, un recorte mucho menor al sufrido por el mercado brasileño, lo que ha reducido la diferencia entre los dos mercados a un 15%, desde el 70% que los distanciaba en 2007.
"Brasil es un país más influido por los vaivenes en los precios de las materias primas y con problemas estructurales -economía en recesión e inflación al alza-, además de estar muy condicionado por la revalorización del dólar lo cual encarece su deuda y sus exportaciones", reflexiona José Luis Herrera, analista de CMC Markets, quien concluye: "Esto repercute en una bolsa debilitada".
Son paradigmáticos los desplomes que han sufrido los recursos básicos de los que Brasil es el mayor exportador del mundo: el café y el azúcar. El precio de los futuros que cotizan sobre el primero ha caído un 20% desde que comenzó el año, mientras que el azúcar llegó a ceder un 30% a finales de agosto, desde cuando protagoniza un fuerte rebote por la caída de la producción en la India y en el sudeste asiático por las sequías.
Stephanie de Torquat, estratega de Lombard Odier, resume la situación de la todavía primera economía de Latinoamérica en tres claves: "La primera y más importante es la inestabilidad política. La segunda, sería un recrudecimiento de la desaceleración cíclica de China. El riesgo final que encara Brasil es fiscal. El aumento de la deuda privada pesará sobre el crecimiento y es probable que la deuda pública siga aumentando".
La debilidad del gigante asiático es crucial en la disminución de la distancia entre las economías y las bolsas de Brasil y México. Mientras China es el principal socio comercial del país sudamericano y el mayor demandante de sus materias primas, el de México es Estados Unidos, al que exporta por valor de 294.000 millones de dólares, según los datos recogidos por Bloomberg. Las exportaciones mexicanas hacia el dragón rojo solo suponen 11.200 millones de dólares. "La economía mexicana, aún siendo ahora menor que la brasileña, puede ser la mayor de Latinoamérica por la ventaja que le da su proximidad a la primera economía mundial", opina Miguel Ángel Bernal, coordinador del departamento de investigación del IEB.
"México tiene mayor disciplina fiscal y un mejor equilibrio presupuestario que Brasil", continúa Herrera, de CMC Markets, con quien coincide José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España: "Sus autoridades lo han hecho muy bien en términos de aprobar reformas que aumenten el crecimiento potencial y logren una mayor credibilidad entre los inversores, dos factores que se traducen en mayor oferta de papel, mayor complejidad y profundidad de los mercados y mayor interés de los inversores internacionales". "Es una de una de nuestras economías preferidas en Latinoamérica", concluye el analista del banco de inversión norteamericano.
En el ranking mundial de las bolsas por tamaño, la de Brasil y la de México se encuentran lejos de un top ten que dominan Estados Unidos, China, Japón, Reino Unido y Francia. A principios de año, el mercado bursátil del gigante sudamericano se situaba undécimo, por detrás del de Australia, que cerraba entonces y cierra ahora, con más de 800.000 millones de euros, los diez primeros puestos de esta clasificación por capitalización.
Hoy la bolsa de Brasil se encuentra en la decimoquinta plaza, seguida de la de México, ambas por detrás de Italia, Holanda y Suecia, que capitalizan más de 500.000 millones de euros, y más lejos de España, que alcanza los 600.000 millones de euros y es ahora undécima. Desde 2007, Brasil y México solo logran superar a Rusia, que ha caído desde la decimotercera plaza hasta la decimoséptima.