Las inestabilidades políticas y geoestratégicas han puesto contra las cuerdas a la economía de un país con elevada dependencia de la financiación exterior y con una divisa depauperada en el año frente al dólar.
Extendiéndose por la península de Anatolia y Tracia en la zona de los Balcanes, Turquía ha sido históricamente uno de los enclaves geoestratégicos más importantes para los gobernantes del mundo al estar situada entre Europa y Asia así como entre tres mares, el Egeo, el de Mármara y el Mediterráneo.
Una posición que le ha servido para sacar provecho económico en numerosas ocasiones, pero que también ha sido clave a la hora de ser objetivo de las distintas civilizaciones del mundo y, por ende, objeto de guerras o, cuanto menos, disputas y tensiones.
La última de ellas la que enzarza al país presidido por Erdogan con Rusia. Turquía ha convocado al embajador ruso por otra violación de su espacio aéreo por parte de un avión transcaucásico. La creciente implicación de Rusia en Oriente Próximo inquieta a la OTAN y a Turquía también que ve como la "escalada militar sustancial durante las últimas semanas en Siria" -en palabras del secretario general de la organización, Jens Stoltenberg- está generando incursiones durante las diferentes operaciones llevadas a cabo en Siria.
No obstante, este conflicto no ha hecho sino agravar la crisis política que atraviesa el país -tras las elecciones no se ha logrado establecer un gobierno y se van a tener que celebrar nuevas elecciones en noviembre- y poner de manifiesto el riesgo económico que se cierne sobre el país otomano. "Su nivel de reservas, apunta a riesgo", afirma Juan Ramón Caridad, director académico del Master de Finanzas e Inversiones Alternativas FIA.
No es para menos. Esta magnitud va camino de acumular su segundo año consecutivo de caídas y se encuentra ya en niveles no vistos desde enero de 2013. Concretamente en los 102.547.000 millones de euros. Y es que, según el FMI, en 2015, las reservas del país otomano ya se han visto reducidas en una proporción superior a la registrada en 2014.
Y no es el único de los riesgos que se cierne sobre el país. "La dependencia de la financiación exterior" es otro de los factores a los que apuntan los expertos. En este sentido, desde HSBC coinciden en este aspecto: "la inversión privada se mantuvo fuerte en el segundo trimestre de 2015, pero creemos que fue un acontecimiento aislado", afirman desde la entidad financiera británica.
Por todo ello, han sido numerosas las firmas de inversión que han reducido las estimaciones de beneficio del país de cara a 2016 a pesar del buen dato de PIB registrado en el segundo trimestre de 2015 (batió las estimaciones del consenso al quedar por encima del 3,5%).
"Los indicadores de alta frecuencia, incluyendo los datos de confianza, nos llevan a predecir un segundo semestre más débil", afirman desde Citi. "En nuestra opinión", prosiguen desde la entidad, "la depreciación de la lira y el aumento de la incertidumbre política complican aún más la dinámica de crecimiento". E igual piensan desde HSBC. "Hemos reducido nuestras previsiones de crecimiento para Turquía del 3 al 2,1% de cara a 2016", señalan.
Un hecho del que se ha hecho eco el mercado de renta variable del país que se deprecia un 10% (un 20% si se mide en euros)
El pesimismo se apodera de la lira turca
"La evolución de las divisas de mercados emergentes dependerá durante los próximos trimestres de diferentes factores", afirman desde Ebury, desde donde señalan sobre todo a "la vulnerabilidad macroeconómica de los emergentes ante el aumento gradual de los tipos de interés en los EEUU".
E igual opinan desde el FMI. Entre los factores que hacen los pronósticos más inciertos en las previsiones de crecimiento de los países emergentes se encuentra la posibilidad de que suban los tipos de interés oficiales en EEUU, lo cual generaría "un potencial impacto en la inestabilidad de los mercados y especialmente en las monedas de dichos países".
En este sentido, la lira turca es una de las divisas más afectadas. Tras haber caído más de un 30% en lo que ha transcurrido de 2015 frente al dólar y haber tocado mínimos históricos en septiembre -es una de las divisas con peor evolución del mundo en lo que va de año-, los expertos esperan que la moneda otomana siga depreciándose.
De cara a 2016 Ebury prevé la estabilidad del yuan, el repunte del real brasileño con respecto al dólar y la depreciación de la lira turca. "Teníamos una visión bastante pesimista respecto a la lira turca. La evolución de los mercados nos la ha confirmado (...) Esperamos que la lira se deprecie a partir de ahora de forma gradual frente al dólar, mientras se mantiene más que estable respecto al euro". E igual opinan desde Citi: "en Turquía, permanecemos largos en el dólar contra la lira".
En este contexto, el mercado espera una actuación por parte del Banco Central de Turquía para fortalecer la moneda del país. ¿Cómo? A través de una subida de los tipos de interés. "Para nosotros está claro que el retraso de un alza de los tipos es probable que requiera una respuesta aún más nítida después, ya que nuestros hallazgos empíricos sugieren que, en las condiciones actuales, los tipos de interés deberían estar alrededor del 11% o incluso más", afirman desde el departamento de análisis de Citi.
La parte positiva
Sin embargo, no todo es negativo en el caso de la economía turca.
"El FMI, en su Informe semestral menciona a los precios del crudo y otras commodities como uno de los mayores riesgos para la economía mundial, de la mano tanto de su impacto negativo en los precios, la inestabilidad en los mercados financieros y la presión a la baja en las economías emergentes", señala José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.
En este sentido, a diferencia de otros países emergentes que se han visto afectados por la caída del precio del crudo, entre los recursos naturales de los que dispone Turquía no se encuentra el oro negro, aunque si otros como el carbón, el cobre o el mineral de hierro.
Además, los bajos niveles de la lira "repercutirán de forma positiva en su balanza comercial y el fomento de las exportaciones en los próximos meses", afirman desde Ebury.