La caída sufrida por el precio del petróleo desde el pasado verano ha impactado ya en algunos de los pilares de la economía global. Importantes exportadores de crudo como Rusia, Venezuela o Irán se han visto contra las cuerdas, mientras que los países europeos, asiáticos o norteamericanos más importadores han logrado mejoras en su competitividad y en la renta disponible de los consumidores que están estimulando el crecimiento de su PIB. En el foco y en el origen de este nuevo escenario se encuentran los grandes productores de Oriente Medio que, aunque gracias a sus bajos costes de extracción están cómodos con un crudo barato, podrían desatar una nueva consecuencia que se desprende de un informe reciente de Invesco: "La reducción de las posiciones de sus multimillonarios fondos soberanos", algunos de los más relevantes con mucha presencia en Europa.
Los elevados precios a los que se ha vendido el petróleo en los últimos años han generado importantes excedentes financieros para estados como Arabia Saudí, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Omán o Kuwait que han propiciado la creación de gigantescos fondos soberanos para colocar el dinero obtenido en activos de renta variable y de renta fija de los mercados internacionales. Solo el fondo soberano catarí tiene 72.600 millones de dólares invertidos según datos de Bloomberg, de los cuales un 63,9% lo están en Europa, donde es el mayor accionista de empresas líderes como la alemana Volkswagen (posee el 17% de su capital), la española Iberdrola (9,52%) o el banco británico Barclays (6,07%). La lista incluye a Hochtief (11,10%) -filial germana de ACS-, la inmobiliaria Colonial (13,04%) o Banco Santander Brasil (5,47%). Otros fondos soberanos como el de Kuwait, que tiene un 74,6% de sus 28.100 millones de dólares en Europa, o el de Dubai, con un 35,6% de sus 16.300 millones en el Viejo Continente, tienen fuertes presencias en grupos como Daimler (6,80%) o la austriaca OMV (24,90%), respectivamente.