En el presente ejercicio -el de 2015-, repasar la cotización de numerosos selectivos fuera de la eurozona puede resultar, en cierto modo, desconcertante. A vista de pájaro, comparar los índices de referencia en el Viejo Continente, con Wall Street o con otro serie de indicadores mundiales de renta variable deja en muy buena posición a los parqués europeos e induce de manera inmediata a buscar las explicaciones en la política monetaria llevada a cabo por el BCE.
El programa de compra de activos públicos y privados por valor de 60.000 millones mensuales ha generado, entre otras muchas consecuencias, que el optimismo se haya instaurado en las bolsas continentales que viven una fiesta alcista tras batir las resistencias de medio plazo a las que se enfrentaban. "Se ha confirmado un claro patrón de continuidad alcista que abre la puerta a un nuevo segmento al alza dentro de la impecable tendencia que definen las principales referencias europeas desde el año 2011", señala Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.