Nueva jornada de tímidos descensos en las bolsas europeas donde se volvió a constatar la pérdida de fuelle dentro de la reacción alcista que nació en los mínimos que marcaron los índices la semana pasada. A pesar de que todavía no puede descartarse la posibilidad de ver nuevos máximos sobre los que se establecieron el lunes, seguimos entendiendo que la zona actual es más de mantener que de comprar. Para esto último es preciso esperar a que se desarrolle una nueva fase de consolidación que muy probablemente sea similar a que vimos en enero.