Transcurrido poco más de una semana desde que el pasado lunes ArcelorMittal anunció su última ampliación de capital por valor de 1.845 millones de euros, el mercado ya ha dejado claro que este hecho ha marcado un antes y un después para la compañía. Y es que, a tenor de la evolución de la firma desde entonces, nadie duda de que la medida tomada para mantener bajo control el endeudamiento de la firma acerera, ha causado mella tanto en los inversores como en los analistas que cubren su cotización.
En las jornadas posteriores a su anuncio, las acciones de ArcelorMittal llegaron a perder cerca de un 27% en bolsa. Un porcentaje de caída, eso sí, que no fue suficiente como para que la acerera volviera a perforar los mínimos marcados en el en el peor momento de la crisis del Covid-19 en el mes de marzo, como sí hicieron varias de sus compañeras en el Ibex 35, pero que sin embargo, sirve para dejar el bagaje anual de la firma en el parqué en un descenso del 45%.