La salud de las compañías está a prueba en un mundo en el que el crecimiento económico se frena, según han admitido ya todo tipo de organismos y firmas de análisis.
La desaceleración global amenaza con aflorar las debilidades de los distintos negocios y en un contexto así solo los más rentables son capaces de defender las expectativas de beneficios con garantías. El margen de ganancias o el ROE (rendimiento del capital) son dos de las ratios que aportan más información sobre la capacidad de las empresas para exprimir sus ingresos, condenados a descender en un futuro repleto de riesgos, en el que no se puede descartar el desencadenamiento de una recesión.