Era cuestión de tiempo que las señales de agotamiento que muestra la renta fija empezaran a cobrarse sus primeras víctimas. Según los datos de Morningstar, el 96% de los fondos de deuda gubernamental en euros ya están generando pérdidas al inversor en el último mes, y el 84% de los productos de deuda corporativa.
Gestores y analistas llevan tiempo alertando de que la ecuación rentabilidad/riesgo compensa cada vez menos en el mercado de deuda. Por contextualizar, la rentabilidad del bono español a diez años ha pasado del 1,7 al 1,2% en lo que va de año, y la del alemán, del 0,6 al 0,1% (una caída de la rentabilidad está provocada por un incremento del precio). Y es que el soporte de las compras del Banco Central Europeo (BCE) unido al mal comportamiento de las bolsas en 2016 ha convertido a la renta fija en el gran refugio de los inversores del año. Tanto que hasta llegaron a pagar por depositar su dinero en bonos alemanes a una década, cuya rentabilidad estuvo en negativo entre agosto y septiembre. Pero también se observa en otro dato: según Inverco, en lo que va de año han entrado 4.754 millones de euros en fondos de renta fija y es la segunda categoría que más ha rentado, un 0,81% de media desde enero.