La decisión de China de flexibilizar su divisa ha supuesto un impulso extra para la distensión que experimenta la renta fija española. Así, el diferencial entre la rentabilidad del bono español y el alemán se sitúa en torno a los 166 puntos, lo que contrasta con el máximo anual de 221 puntos básicos.
Dos factores responden a esta rebaja en el diferencial. Por un lado, el buen resultado de la subasta a largo plazo ha permitido disipar los temores de un inmediato rescate europeo a España. Por otro, la decisión de China de flexibilizar el cambio con su divisa ha despertado el apetito por el riesgo. Después de todo, y como señalan desde Renta 4: "este movimiento permitirá por tanto que el crecimiento chino venga más por demanda interna que por exportaciones, contribuyendo a un mayor crecimiento global", explican.