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La plata cotiza en máximo anual y el oro intenta repetir la hazaña

Janette Recarte
6/09/2010 - 18:11

El metal precioso cotiza en torno a los 19,8 dólares la onza tras revalorizarse más de un 30% en lo que va de año. Asimismo, el oro, considerado el activo refugio por excelencia, contiza alrededor de los 1.250 dólares, a menos de un 1% de su máximo histórico de los 1.257 dólares.

La evolución de la plata no sólo se beneficia de su carácter como activo refugio, sino también de su demanda por parte del sector industrial. Esto le permite no sólo revalorizarse cuando domina la incertidumbre en el mercado, sino también cuando se observa un rayo de optimismo en el desarrollo de la economía -como sucedió el pasado viernes con los últimos datos de empleo conocidos-.

Y su recorrido alcista no da señales de debilidad, sino todo lo contrario. Desde Bolságroa consideran que, al igual que el oro, la plata podría experimentar un "subida libre" hasta alcanzar máximos históricos, "escenario que no correrá peligro mientras la cotización no pierda sus mínimos previos a la altura de los 17,70 euros, que es donde podríamos situar un stop agresivo parcial", explican.

Para sacar provecho a esta situación, la mejor opción es ganar exposición a la plata a través de fondos cotizados (ETFs) que en el año ganan más de un 20%. Después de todo, no sólo facilitan la negociación con los activos (se tratan como si fueran acciones), sino que resultan más baratos si se comparan las comisiones que exigen con la de los fondos tradicionales.

2 x 1: oro y plata

Estos fondos además, invierten en otros metales preciosos, siendo el oro el gran favorito. Lo que permite al inversor diversificar la cartera entre dos materiales básicos que están registrando una revalorización histórica.

Evolución que los expertos consideran que continuará a lo largo del año. Después de todo, y aunque el mercado se está tomando un descanso tras conocerse los datos de empleo y del sector manufactuero estadounidense la semana pasada, las dudas sobre el futuro de la economía siguen en pie. A esto hay que añadir el hecho de que la debilidad del dólar frente a algunas de las principales divisas, abarata los precios de ambos metales. Aumentando así el atractivo de los mismos.