Los fondos monetarios, los que ofrecen rentabilidades cercanas al 0%, se han convertido en los productos más demandados ante el nuevo crac del mercado. Explicamos por qué no está de más tenerlos en cartera.
Cuando uno invierte su dinero en fondos monetarios teniendo en cuenta que la máxima rentabilidad que puede esperar en euros es del 0 por ciento es que algo falla en el mercado. Y eso es precisamente lo que está sucediendo. El miedo generado desde el pasado mes de agosto, con el primer crash en China, no solo ha provocado un desplome en el sentimiento alcista de los inversores de acciones, que la semana pasada marcó mínimos históricos según la encuesta de AAII, sino que también posibilitó que en el tercer trimestre del año pasado (últimos datos disponibles) los fondos monetarios a nivel global captaran el 78 por ciento de todo el dinero que entró en fondos, según los datos de EFAMA. No en vano estos productos consiguieron 181.000 millones de euros frente a los 49.000 millones que entraron en el resto de productos. Una tendencia que también se mantuvo en el último trimestre del año ya que, según los datos de Morningstar, cuatro de los cincos fondos más vendidos en el mundo fueron monetarios en ese periodo(ver gráfico).