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¿Sobra dinero? La banca vuelve a aparcar su liquidez en el BCE

14/05/2015 - 15:10
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Las entidades prefieren pagar un interés del 0,20% a Fráncfort para aparcar su dinero en la facilidad de depósito si con ello no tienen que asumir el riesgo del mercado de deuda.

Las semanas de volatilidad y fuertes pérdidas en el mercado de deuda han devuelto a la memoria los años de la peor crisis del euro. La racha de pérdidas que sufren los inversores es la mayor desde entonces y la elevada incertidumbre existente provoca que cualquier mínimo contratiempo genere otra oleada de ventas. Ni siquiera el activo más seguro durante la crisis, el bono alemán, se ha salvado de la tormenta.

Una de las consecuencias que ha provocado este escenario ha sido que los bancos vuelvan a sentir inseguridad por su exceso de liquidez. ¿Qué hacer con el dinero cuando hay tanta incertidumbre en el mercado? La respuesta la han encontrado en el Banco Central Europeo (BCE), exactamente igual que durante los peores años de la crisis, pero esta vez, con el agravante de que tienen que pagar un interés.

200.000 millones de euros

Desde junio de 2014, la entidad presidida por Mario Draghi cobra a los bancos por aparcar ahí su dinero, esto es, por utilizar la facilidad de depósito. Actualmente aplica un interés del 0,20%. Sin embargo, los bancos aceptan pagar este parking a cambio de mantener a salvo su exceso de liquidez. Las entidades europeas llevan todo el mes de mayo depositando más de 100.000 millones de euros en el BCE, y durante la semana pasada llegaron a superar los 120.000 millones de euros, niveles que no se habían visto en dos años. Una cifra muy alta si se pone en contexto: supone un 10% de todo el PIB español.

Este escenario contrasta con el vivido en los últimos meses de tranquilidad en los mercados, en los que los bancos llevaban en torno a 20.000 y 30.000 millones a la facilidad de depósito. De este modo, la facilidad de depósito se ha convertido en una de las pocas alternativas que encuentran los bancos para protegerse de la volatilidad de los mercados.

Este es un escenario incómodo para la banca y también para el Banco Central Europeo, ya que refleja que las entidades no encuentran alternativas para llevar toda la liquidez que está inyectando la institución monetaria en el sistema. Los bancos también se prestan entre ellos dinero a un día resultado de este exceso de liquidez. El tipo de interés de estas operaciones se mide con el Eonia y lleva en negativo más de 6 meses. Esto significa que las entidades deudoras cobran a las acreedoras por aceptar los préstamos.