El tono moderado del BCE propicia que su rentabilidad se relaje del 1,58% hasta 1,47% en la semana.
La renta fija se ha quedado con la parte positiva de la última reunión del Banco Central Europeo (BCE), mantenida el 26 de octubre. Que no es otra que, como todo indica, Mario Draghi tendrá paciencia a la hora de retirar los estímulos. Bastó que dejase la puerta abierta a alargar en el tiempo las compras de deuda para que los inversores se lanzasen de nuevo a incluir bonos en cartera, relajando la rentabilidad del español con vencimiento a diez años del 1,58 al 1,47% en solo una semana. Eso, traducido al lenguaje del inversor, significa ganancias del 1% para quien comprase el título el viernes pasado y hubiera vendido ayer.